miércoles, 21 de enero de 2015


SOLIDARIDAD


Educar con valores es una tarea de los padres y la solidaridad, al igual que otras cualidades se aprende en familia.
Los niños deben aprender desde la primera infancia a ayudar a los demás. Dar ejemplo es lo más importante Lo que ven y viven los niños es mil veces más útil que lo que se les intenta enseñar con palabras. Si ven en casa que los padres son solidarios y ayudan a los demás ellos aprenderán a hacerlo.

TENER, TENER, TENER Y MÁS TENER en vez de preocuparnos por SER.


UNA HISTORIA PARA REFLEXIONAR...

Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre Lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo.

En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció la experiencia?…
- Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.
- Y… ¿Qué aprendiste?, insistió el padre…
El hijo contestó:
1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… Y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, y otras bellezas.
3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín… Mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna.
4.- Nuestro patio llega hasta la cerca… Y el de ellos llega al horizonte.
5.- Que nosotros compramos nuestra comida;… Ellos, siembran y cosechan la de ellos.
6.- Nosotros oímos CD’s… Ellos escuchan una perpetua sinfonía de pájaros, pericos, ranas, sapos, cucarrones y otros animalitos….
7.- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica… Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.
8.- Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas….. Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
9.- Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor… Ellos, en cambio, están “conectados” a la vida, al cielo, al Sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su Familia, sobre todo a Dios.

El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo…y entonces el hijo terminó:
- ¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!
Cada día estamos más pobres de espíritu y de apreciación por la Naturaleza.

Nos preocupamos por TENER, TENER, TENER Y MÁS TENER en vez de preocuparnos por SER.

“NO TODO PADECIEMIENTO DEBE SER RESUELTO CON UNA PASTILLA"


En las últimas décadas, en medio de las campañas de los laboratorios y la necesidad de encontrar soluciones rápidas a comportamientos a veces vinculados con grandes cambios culturales, puede ser que se medique por problemas de aprendizaje o déficit de atención (ADHD) a la mitad de los chicos de una escuela o que se hable de medicamentos preventivos, sin conocer las consecuencias de la exposición prolongada a ciertas sustancias. La problemática comienza cuando se diagnostica a un chico con un cuestionario como: “¿dice malas palabras?”. Y si tiene más de diez preguntas positivas, ya está, se lo medica.... Antes hay que averiguar cómo hablan en esa familia.
Por ejemplo para tratar a un chico caprichoso u oposicionista desafiante. Y sí, si le das un psicofármaco, algo de eso va a parar. ¿Pero de qué se trata? ¿Es chico oposicionista en qué contexto, qué se considera oposición, a qué se resiste? Ésas son preguntas que hay que hacer antes de dar un medicamento, pero esto es más trabajo, mucho más personal capacitado, que incorporar un medicamento que produzca ganancias industriales. 
Sí, el complejo médico industrial, que tiene dos elementos: la producción de aparatología médica y la industria químico farmacéutica. Una gran empresa, cada vez que se le va a vencer una patente tiene que meter un medicamento que le dé una ganancia equivalente a la patente que se vence. Y como en cualquier producto necesita un mercado para ello. Esto obliga a ampliar el mundo de las patologías o pensar medicamentos no sólo como cura sino para lograr una salud "perfecta"

Alicia Stolkiner